lunes, 5 de diciembre de 2011

Mitos de la aviación

El aire que circula dentro del avión se cambia entre 10 y 15 veces por hora. Además, se redistribuye entre tres y cinco minutos, lo que hace pensar a muchos pasajeros que puede ser un lugar perfecto para que las enfermedades se propaguen. Sin embargo los aviones están equipados con unos filtros especiales, los HEPA (High Efficiency Particulate Air) que evitan que los contaminantes circulen continuamente de un lado al otro del avión. De hecho este tipo de filtros compuestos por fibra de vidrio llegan a tener eficiencias de hasta el 99,995 por ciento, lo que asegura una protección casi total. Así pues, estos sistemas de redistribución del aire no tienen ninguna peligrosidad para los pasajeros, como algunas personas presuponen.

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